Proposiciones de Textos del Libro para la Semana
“Mensaje del Amor Misericordioso de Jesús”
para reflexionar en sus Islotes de Santidad.
¡Ave María!
3 de junio de 1977
M- Después de la borrasca que me sacudió ayer. La tempestad en mi corazón era demasiado violenta para que la dominara con mis propios medios. Y Jesús se callaba. Pienso haber bajado enteramente al fondo del pozo
En el Mensaje leo al azar.
J- Y a vosotros, los responsables de su supervivencia en las almas (el Amor), os digo: ¿Qué hacéis para enderezar mi pueblo? Mirad alrededor vuestro el caos que habéis provocado. Y vuestro Dios ve y juzga ya vuestra conducta.
Por culpa vuestra, el mundo me rechaza; no menospreciéis la Voz de vuestro Dios y el paso de su aliento irritado. Pido al Padre de Misericordia, que vuestros oídos y vuestro corazón se abran, en fin, a la verdad. Nada os conmueve, ni oraciones, ni amenazas, y Yo persisto en avisaros. Se salvarán los que hayan sido lo bastante pequeños para comprender y amar.
Dice también: mi casa ya no es una casa de oración, sino un lugar de desorden espiritual intenso, donde reina una falta de respeto, sacrílega.
Tienen que escuchar mi Voz. El mal que hacen a las almas es profundo.
Me compadezco de las almas pequeñas y de sus verdugos, pero pronto ya no contendré mi Justicia. Y mi día vendrá…
EL DIA DEL SEÑOR.
Este periodo, en que Dios se rebaja, porque su amor es grande, tendrá un fin, porque vuestra terquedad no acaba nunca.
Hijos amados míos, es la hora del buen combate. Os bendigo y os marco con el signo de la Santísima Trinidad.
M- Tengo la impresión muy clara de haber sido sacudida como un árbol cuyos frutos han caído en medio de animales feroces que los pisotean con rabia. Y de mí, sólo quedan unas ramas aligeradas de los buenos frutos que llevaban y que no han servido a otra cosa sino a acumular en mi corazón un profundo desasosiego, y es amargo y difícil de tragar. El juicio sano que yo emitía sobre cada cosa, sobre cada suceso, ha dejado el sitio a una angustia total y mi corazón llora sin poder detenerse. ¿Dónde estoy? ¿Y dónde está el Señor? Me contestarán: cerca de ti, muy cerca de tí. Ay, no le veo y no le siento. Yo no pensaba que el sufrimiento podía llegar a tales proporciones; hablo de los sufrimientos espirituales.
¿Por qué frenar mi impulso hacia lo bello, hacia el bien inmenso que espera a todas las buenas voluntades? ¿Por qué esconder la palabra de Dios a sus hijos pequeños? Los niños son tan inestables cuando no reciben una buena educación basada sobre las Verdades eternas, sobre la certeza del Amor de Dios. ¿Qué reciben? sino golpes que los hieren en su pureza de intención, que les encaminan sobre una vía en la que sus instintos perversos están sueltos. Y por culpa de los hombres, Jesús es impotente, despreciado y humillado. El da al mundo un remedio: El Amor, y lo rechazan.
Estoy muy pesimista hoy; ¿Puedo decir que es la voluntad de Dios que yo descanse en su paz cuando en el fondo esta paz no es mas que una ilusión para este mundo moderno y pervertido?
No, no puedo descansar cuando Jesús sufre. Su sufrimiento me oprime y no puedo hacer nada.
¿Rezar? Si, quiero, pero mi rezo es un agobio de todo mi ser.
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“Mensaje del Amor Misericordioso a las Almas Pequeñas” – TOMO II
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Paz, Alegría y Amor
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Legión Almas Pequeñas de Hispanoamérica 